El 11 de noviembre se cumplen cien años de la firma del armisticio que detuvo el conflicto del frente occidental, detención de ese primer acto de locura sangrienta que fue la Primera Guerra Mundial. Una de las mejores cualidades que tiene el arte en general, y la literatura en particular, es su capacidad para producir belleza (aunque no sé si belleza en este caso es la palabra adecuada) a partir de los peores actos del género humano.